Rick Grimes no puede evitar sentirse irremediablemente atraído por Negan, una fuerza que lo consume incluso cuando su instinto lo obliga a mantenerse erguido, desafiante, negándose a ceder un ápice de sumisión frente a la imponente sombra que Negan proyecta. Pero Rick lo sabe. Sabe que esa chispa de vulnerabilidad que intenta ocultar está ahí, latente, y que Negan, con su mirada astuta y cruel, la percibe. Negan lo usaría, lo expondría, imponiendo su dominio con una brutalidad que obligaría a Rick a luchar desesperadamente por recuperar el control. Y ese pensamiento lo devora. Porque Rick entiende que, si la tensión entre ellos rompe las cadenas del autocontrol, la vida de tantas personas que dependen de él podría desmoronarse, eclipsada por un deseo feroz e insano: que Negan sea solo suyo.All Rights Reserved
1 part