En un futuro donde la humanidad se ha sometido a la naturaleza, el progreso es una ilusión brillante. Las ciudades ricas, protegidas bajo cielos controlados, exhiben un orden artificial. Pero tras sus muros, los barrios bajos sufren en el caos. Allí, la tecnología no redime; es un cruel recordatorio de sueños inalcanzables. La contaminación asfixia, los desastres climáticos son rutina y la lucha por sobrevivir consumen cada día. En estas sombras, la esperanza es un lujo tan escaso como el agua limpia.
La Onix Corporation, en alianza con el gobierno, lanza una oferta irresistible: jóvenes de entre 15 y 30 años pueden unirse a una misión de exploración a un nuevo planeta, con la promesa de una recompensa transformadora. Dinero, fama y un lugar en las ciudades privilegiadas. Para muchos, esta propuesta es más que un contrato: es la posibilidad de escapar del infierno.
Cientos responden al llamado, ansiosos por cambiar su destino. Tras pruebas brutales, sólo los más fuertes, rápidos o inteligentes son seleccionados. La misión promete un nuevo comienzo, pero cuando la nave se pierde en el espacio y aterriza en un planeta hostil, la promesa se desvanece. Aquí no hay salvación, solo un entorno opresivo que observa y espera.
Los días se convierten en semanas, y el miedo reemplaza la esperanza. Uno a uno, los tripulantes desaparecen. De treinta viajeros, sólo uno regresará, marcado por un horror que trasciende la razón.
El viaje nunca fue un camino hacia la redención. Fue una trampa cuidadosamente disfrazada de oportunidad.