Querido Cupido !

« No tenía ninguna ganas de vivir, ninguna ganas de sonreír, ninguna ganas de salir a conocer a otras personas. Estaba encerrada en mi habitación, sola con mi depresión.

Había olvidado la esencia misma de mi existencia: mis sueños, mis aspiraciones. Perdida en el vacío de mi propia vida, mi falta de confianza me impedía enfrentar este mundo tan cruel.

Luego, un día, lo vi cantar en el escenario, micrófono en mano, con una sonrisa contagiosa. En ese instante, una luz de esperanza iluminó mi corazón: debía de existir tantas cosas bellas afuera por descubrir, ¡y en particular él!

Mateo Jay era la única persona capaz de avivar en mí el deseo de volver a vivir.

¿Podrá algún día cruzar mi mirada entre la multitud?

¿Tendré la suerte de hablarle y confesarle cuánto su música ha sido un verdadero bálsamo para mi alma?

Me parecía impensable que un joven artista tan atractivo como él pudiera fijar su atención en una chica depresiva como yo, con una mirada vacía de emociones. ¡Pero Cupido sabe perfectamente cómo lanzar sus flechas! Y lo imposible puede hacerse posible en un abrir y cerrar de ojos. »