
Las piñatas brillan en lo alto. Son colores vivos y brillantes. Se puede ver la luna a lo lejos, oculta entre un montón de nubes tormentosas anunciando la llegada de un inminente ventarrón. Jorge no puede imitar el estado de ánimo de aquel primero, pero sí del segundo, y no logra entenderlo. Eso, y la nostalgia que se apodera de su ser, al igual que a su hermana, desde que se mudaron de aquel terroso pueblo rumbo a la capital.All Rights Reserved
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