"¡¡No te quiero!!"
Las palabras de Liang Qingyan resonaron en la sala mientras el pastel de crema y flores de azúcar se estrellaba contra el suelo, deformándose por completo. Los murmullos de los invitados llenaron la habitación.
"¿De verdad este es el esposo del señor Liang? ¿Cómo puede ser tan inútil? No se compara a nada con la señorita Zhou."
Jing Wen miró el pastel destruido con ojos vacíos. Había pasado horas amasando, horneando y decorando, todo para ser tratado cruelmente. Frente a él, su hijo abrazaba a otra mujer llamándola "madre" con una dulzura que nunca le había mostrado. Mientras su marido la protegía como si fuera un tesoro invaluable.
¿Una fortuna? ¿Un buen matrimonio? ¿Gran felicidad?
Todas las promesas solo eran vacías ahora.
Sin decir una palabra, Jing Wen dio media vuelta. La fiesta continuó, los invitados rieron y nadie lo detuvo. Solo era un estorbo en esa feliz familia de tres.
Fuera de casa, la lluvia caía y el frío penetraba sus huesos. Jing Wen, temblando, abrazó su cuerpo delgado. Apenas había dado el primer paso cuando unos brazos cálidos lo envolvieron por detrás.
Una calidez qué nunca había sentido.
"Cariño, por favor, no te vayas..." La voz de Liang Ziyuan temblaba con desesperación, sus lágrimas mezclándose con la lluvia.
"¡Papá, papá!" Liang Qingyan corrió, sus pequeños brazos rodeando sus piernas: "¡Lo siento! ¡Soy un niño malo, pero cambiaré! ¡Seré mejor, lo prometo! ¡No nos abandones!"
El grande y el pequeño lloraban desconsolados, abrazando a Jing Wen con temor a que desaparezca. Pero el corazón de Jing Wen estaba tan frío como la noche.
"No se tarden demasiado. Su querida Meixiu debe estar llorando a mares. Vayan a consolarla, no sea que se quede sin aliento."
Pero ninguno lo soltó.
Entonces, comenzó el contraataque.
EN HIATUS
¿Alguna vez deseaste esconderte? ¿Proteger tus sentimientos?
Puedes moldearte cuántas veces quieras, desaprender hábitos, cambiar cada parte de ti como lo desees...
Pero una máscara... eso es diferente.
Cada pequeño pedazo, es el escondite de una emoción ...
...el pegamento, cada pensamiento cubierto...
Y la decoración, todo lo que desees mostrar.
Hablo de máscaras invisibles, aquellas que usan tus expresiones, ocultan tus sentimientos y protegen tus secretos.
Pero si la usas sin darle un próposito, no es más que una decoración... No es nada.
La mayoría lo utiliza para lograr sus fines, otros para ocultarse por el miedo o la verguenza, algunos se transformaron en la máscara y dejaron vacío quiénes eran.
Pero... ¿si encuentras a personas con las que no necesitas una máscara?
¿Qué pasará entonces?
¿Podrás dejarla caer? ¿Dejarás de esconderte?
O... volverás a ocultarte.
Es tu decisión, pero todos necesitamos alguien con quién ser nosotros mismos.
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¿Cuántas personas realmente se esconden detrás de una máscara?
¿Qué tan grande es? ¿Qué tan detallado?
Y... Estás realmente seguro ¿de que usa una máscara? ¿de qué "te esta engañando"?
O ¿Serán tus prejuicios lo que nublan tu vista, tu juicio?
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Cada persona tiene sus propios planes, sus propias metas. Pero cuando involucran a otros individuos, es cuestión de tiempo para que se den cuenta.
El criterio de los poderosos no tiene porqué manipular las vidas de otros. Los juegos de poder tratan de maniobrar los movimientos de las personas como piezas de ajedrez.
Pero, ¿realmente crees que aceptarán su papel sin objetar?
No importará cuán resistente sea tu máscara.
No si tienes una horda detrás de ti, queriendo rompertela y dejarte a la vista de todos.
¿Y que pasará? ¿Sentirás alivio o perecer?
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☆Este es un fanfic de mi propiedad por lo que no está permitido su copia.
☆Portada hecha por AmiaKun