La noche caía fría, y Friskis caminaba cabizbajo, con más tristeza que calcetín sin par. La Navidad no había sido lo que esperaba: sin regalos, sin sorpresas, y con un vacío más grande que olla de pozole en año nuevo. Pero la vida, traviesa como siempre, estaba por meterle un detalle que no esperaba, uno que llegaría directo y sin pedir permiso.
Pasó por calles desiertas, donde las luces parpadeaban como coqueteándole, y justo cuando pensaba que la noche no podía ponerse peor, el destino decidió meterle mano. Porque a veces los mejores regalos no vienen envueltos, pero bien que dejan marca. Esa Navidad, Friskis descubriría que hay "detallitos" que no llenan las manos, pero bien que te acomodan el espíritu.
¿Será que esta sorpresa lo dejaría con la boca abierta o con ganas de más? Solo el tiempo lo diría, pero una cosa era segura: la noche apenas comenzaba, y Friskis estaba por recibir algo que lo haría entrar en calor.
Thanos y Namgyu, una pareja que jamás imaginó formar una familia se enfrentan a la sorpresa más grande de sus vidas: ¡se convierten en papás de la noche a la mañana!