Jiang Siyi experimentó dos grandes cambios en su vida durante el instituto.
Primero, tras ser expulsada de casa, la hermana mayor de la vecina la acogió.
Shen Shiwu, una magnate de los negocios, estaba ocupada con el trabajo, pero aun así la ayudaba pacientemente con los deberes y asistía a las reuniones de padres y profesores.
Un día, Jiang Siyi estaba sentada en la oficina absorta resolviendo un problema cuando un empleado vino a entregarle un informe sin mirarlo detenidamente: "Jefa, por favor, revise esto".
Pequeña Jiang: QAQ
***
En segundo lugar... se enamoró de esta hermana mayor.
El corazón de una jovencita siempre es sensible.
Para impresionar a Shen Shiwu, Jiang Siyi, una estudiante problemática, cambió su imagen habitual.
No sólo estudió duro, sino que nunca más violó una sola regla escolar.
Hasta que-
"Hermana Jiang Siyi, nos encontramos de nuevo. Esta vez es para discutir..."
Al escuchar el suspiro del profesor de la clase, Jiang Siyi no pudo evitar bajar la cabeza.
"Entiendo, profesor. La disciplinaré cuando volvamos".
Era la primera vez que la otra parte decía que la disciplinaría.
La pequeña Jiang lo estaba deseando.
Como resultado, esa noche, fue sujetada en el escritorio, incapaz de moverse.
"Nuestra pequeña Siyi es realmente asombrosa, incluso es buena peleando."
No, no te acerques tanto.
Jiang Siyi quiso esquivar, pero la otra parte la agarró directamente por la cintura. Le levantaron la barbilla, obligándola a mirar a los ojos de la otra persona.
"Parece que es hora de una lección."
***
Cuatro años después de su ruptura y reunidas de nuevo, Shen Shiwu abandonó su habitual comportamiento amable e inmediatamente se llevó a Jiang Siyi de vuelta a casa.
Sus palabras de odio resonaban en sus oídos, pero no era difícil escuchar los restos del amor.
Shen Shiwu apretó los dientes: "Los niños traviesos deben ser castigados".