Se suponía que debía tenerlo todo.
Había sido reina del baile, capitana de las animadoras, la reina abeja más salvaje de la escuela secundaria. Podía tener todo lo que quisiera.
Excepto a ellos. Los fenómenos, los bichos raros, los perdedores absolutos de la escuela: Manson, Jason, Lucas y Vincent. Nuestro odio mutuo no pudo separarnos, ni siquiera cuando mi propio error hizo que expulsaran a Manson y me convirtió en la villana definitiva para el resto.
Se suponía que una noche sería suficiente.
No pude resistirme para siempre. Por una noche me entregué a los hombres que no debía querer y satisfice las partes más oscuras de mi alma. Pero algunas cosas están destinadas a permanecer en la oscuridad. Una noche, y se acabó.
Nada más que un juego.
Ahora, con la universidad a mis espaldas, nuestros mundos chocan una vez más. Cuatro hombres, todos dispuestos a compartirme como su juguete hasta que mi deuda con ellos quede saldada. Otro juego para saciar mis oscuros antojos, cuyas retorcidas reglas nos acercan aún más que antes. Pero los juegos no están destinados a durar.
Cuando la deuda esté pagada y el juego haya terminado, ¿qué pasa si no quiero alejarme?