Ruth nunca se ha considerado especial. Criada en un pequeño pueblo donde las expectativas son bajas y la rutina es lo único que domina, nunca pensó que podría ser protagonista de algo. Siempre ha estado en las sombras, evitando llamar la atención, sin pensar que tenía algo que destacar. Mientras tanto, Lucas es todo lo contrario: es el chico que todas las chicas del pueblo quieren, el alma de las fiestas, el que tiene la vida resuelta para todos los demás, y, por alguna razón, siempre parece meterse en problemas.
Todo cambia una noche de fiesta, cuando Ruth y Lucas se cruzan por primera vez. Esa noche, algo cambia en ellos, aunque ninguno de los dos lo reconoce al principio. A partir de ese momento, sus caminos se cruzan una y otra vez, y a pesar de sus diferencias, se ven atrapados en situaciones que los obligan a enfrentarse, a discutir, a desafiarse, y a conocerse mucho más de lo que querían.
De odiarse a quererse, pasando por mil y un altibajos, Ruth y Lucas descubren que, a veces, las mejores historias no son las que esperamos. Al final, aunque no lo habían planeado, su historia no es la que los demás imaginaban, sino la que ellos mismos crean, juntos, superando sus propios miedos y aceptando lo que significa realmente ser protagonistas de su propio destino.