"Me dormí, se acabó el mundo y ahora toca beber."
Lorenzo, argentino hasta la médula levantó una botella de alcohol etílico , algo entendible ya que en este apocalipsis no hay fernet -sí, directo del botiquín- y le dio un largo trago mientras Rick, su inesperado compañero de travesía, lo miraba con una mezcla de incredulidad y fascinación. Porque claro, después de despertar de un coma de 3 semanas solo para descubrir que el gobierno que juró proteger lo convirtió en un experimento ambulante y que, de paso, el mundo se fue al carajo... un buen trago era lo mínimo que se podía permitir.
En su última aventura, llegó a un hospital abandonado buscando vendas -porque los héroes de apocalipsis siempre necesitan vendas, es casi ley-, solo para toparse con un hombre que, como él, acababa de despertarse de un coma. Y vaya, qué entrada: gritos, confusión y un nivel de energía desproporcionado para alguien que llevaba años fuera de combate. Lorenzo, ya resignado a su destino, suspiró y pensó: "Claro, porque cuidar de un loco recién despierto era justo lo que me faltaba."
Su equipo, su antigua vida y, francamente, cualquier pizca de dignidad se desmoronaron en el proceso. Ahora Lorenzo se dedica a sobrevivir en un mundo donde los infectados no son su único problema. ¿Su plan? Vivir lejos del sistema, ayudar a quien pueda y, si la oportunidad se presenta, disfrutar de los placeres carnales antes de que lo muerda un zombie o le explote algo encima.
Ahora, con un compañero impredecible y, admitámoslo, extrañamente atractivo, Lorenzo retoma su misión. Porque el mundo podrá estar en ruinas, pero su compromiso de no dejar que nadie más se pierda en este desastre sigue intacto. Aunque, eso sí, una que otra ironía del destino nunca deja de añadirle sabor a la vida... o al trago.
▶TWD-Fanfiction
▶OcMale-Top
Eliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cuando estaban empezando a descubrir su sexualidad, pero, por cosas de la vida lo de ellas no se pudo dar.
Después de mucho tiempo tenían que volver a cruzar caminos, una de ellas lo sabía, la otra no tenia ni la más remota idea. Una de ellas creía que era el destino haciéndole una mala jugada, la otra sabía que así tenía que pasar.
Stella sabía las complicaciones que serían regresar a su antigua cuidad para estudiar la universidad, no le interesaba lo fácil o difícil que sería la universidad, solo le interesaba que ella no la odiara, aunque sabía que eso era imposible.
Eliza creía que su vida iba ser retomada, pues estaba sanando de apoco, pero al verla de nuevo en la universidad su vida se detuvo, colapso, pero se dijo a si mima que no le prestaría mucha atención, solo tenia que pasar los cuatro años sin topársela, era fácil, pues su facultad estaba mucho más lejos de la de ella, pero cuando Stella fue encargada de los equipos deportivos todo se fue al carajo, tuvo complicaciones, solo quedaba un último año, podía graduarse sin volver a caer en ella, Eliza tendría que jugar esa última partida.
Stella no se había acercado a Eliza en tres años, pero tenía que hacerlo, solo quedaba un año para que jamás volviera a verla, tenia que jugar su última partida, tenía que ganar esta vez.
⚽️Aclaraciones⚽️
Para poder leer este libro tendrías que haber leído el primero, pues este es un spin-off de "Un juego a la vez"
Si quieres leerlo sin haber leído el otro estás en todo tu derecho, pero solo lo digo para que no te hagas spoilers o no entiendas algo de la trama😊.