Después de tanto tiempo viviendo bajo su fría indiferencia y rechazo por fin veía la salida de esa madriguera en la que estuvo encerrada tanto tiempo. Y al estar tan cerca de la salida aquella serpiente abrazo su cuerpo de manera asfixiante, mirándola con esos ojos que pocas veces pudo apreciar de frente. Mirándola como si estuviera listo para terminar de devorar al pequeño ratón entre sus fauces. Pero solo lo mantuvo ahí, quieto e indefenso... Recordándole que nunca escapará de su vista... Pues... Las serpientes son muy celosas. Los personajes no me pertenecen salvo el personaje de t/n y el contexto en el que se desarrolla la historia. No se aceptan adaptaciones ni plagios. Pj-sanAll Rights Reserved
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