Zoom y Sara compartieron un amor tan intenso que parecía eterno. Entre miradas furtivas y promesas al amanecer, construyeron un mundo solo para ellos, lleno de sueños, secretos y canciones que aún resuenan en los rincones de sus corazones. Pero el tiempo, con su inevitable crudeza, dejó grietas que poco a poco se convirtieron en abismos.
A día de hoy, sus vidas están separadas, y lo que una vez fue pasión ahora es solo un eco difuso. Zoom se ha sumergido en una rutina que lo consume, mientras Sara intenta hallar la paz en un futuro que nunca planificó sin él. Pero cuando un acontecimiento inesperado los obliga a reencontrarse, las heridas del pasado resurgirán con fuerza, y ambos se enfrentarán a una verdad que creían enterrada: el amor nunca se olvida, solo se transforma.
Entre recuerdos que arden y silencios que gritan, Zoom y Sara deberán decidir si lo que alguna vez los unió es más fuerte que el tiempo que los ha separado. Una historia sobre el poder del amor, las decisiones difíciles y las segundas oportunidades, en donde los corazones rotos encuentran su propia forma de sanar... o de decir adiós para siempre.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.