Tan solo una semana y estaría en el avión rumbo a París con mi grupo de amigas. La emoción que recorría mi cuerpo cada vez que lo pensaba. Me atraía la idea de conocer lugares nuevos, sacar fotos y como no ir de compras. Pero nunca me imaginé que me pasaría aquello que no buscaba pero que encontré tan mágico y echizante. Seria bueno o malo? Y la distancia sería una buena aliada?