Una universidad prestigiosa tiene una tradición centenaria, donde los alumnos de grados superiores se convierten en guías y tutores de los recién ingresados. Sin embargo, hay un grupo selecto que reúne a los mejores promedios de cada generación para volverse los líderes y presidentes de la comunidad estudiantil de la facultad, teniendo como labor principal, identificar y ayudar a los alumnos con el mayor potencial para convertirse en la siguiente camada de líderes de la facultad de Comunicación y Ciencias Sociales. Georgina o Gio, como la llaman sus amigos, es la temida e intimidante presidenta del alumnado de segundo año, está a cargo de la disciplina y orientación de la nueva generación. Una posición fundamental que lleva a cabo con la colaboración del resto del comité estudiantil, y en dónde ella misma busca cambiar algunas tradiciones crueles que se han ejercido generación tras generación. Su propósito y sus labores son visibilizadas por una joven recién ingresada, cuya naturaleza es llamativa por su ligereza, inteligencia y atrevida personalidad, que logra observar más allá de la rigidez de Gio.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.