Elisheva siempre había creído que los caminos que recorremos están trazados en algún lugar invisible, pero suyo fue el error de confundir señales con destinos. A lo largo de su vida, cada lugar que pisó le habló de promesas y límites, de belleza y pérdida. Lugares que la acogieron, otros que la rechazaron, y algunos que la transformaron para siempre.
Esta es la historia de esos caminos, de cómo se entrelazaron con quienes dejaron huellas en su alma. Una historia donde las raíces no siempre encuentran tierra firme, pero el andar nunca se detiene.
Aquí, los paisajes son metáforas, los senderos, emociones, y cada paso, una lección inevitable. ¿Quién sabe? Tal vez en estas páginas encuentres tus propios caminos.