El mundo clama, ansioso, por tu esencia, anhela un salvador que no vista de luz, mas no de gloria ni de nobleza, sino en penumbras, al borde de la cruz. Los monstruos emergen de su oscuro refugio, con ojos voraces y aliento de mal, y en este abismo, un llamado, un murmullo, es tu deber, con sombras, regresar al umbral.All Rights Reserved