Lando Norris había llegado a Londres, una ciudad que siempre lo había hecho sentir entre dos mundos. Como piloto de Fórmula 1, su vida estaba llena de adrenalina, presiones y viajes constantes. Sin embargo, Londres era su refugio, el lugar donde podía respirar, ser él mismo, sin los focos de la pista siempre sobre él. Y fue aquí, en una junta de trabajo,donde conoció a ella: a Emily.All Rights Reserved