Aislada

Era un lugar finito, la isla le llamaban, algunos imaginaban que esos límites eran una fantasía, otros seguían solo viendo el mar. Algunos vivían en la capital, un sitio oscuro, descuidado, caminaban de prisa, sin sentido, solo para ir siempre al mismo lugar. Aparentemente todos iguales, obtenían su ropa en el mismo lugar, les asignaban comida que no alcanzaba para vivir, y estuvieron viendo el mismo paisaje desde que nacieron. Otros en cambio vivían en áreas naturales, alejados del caos, pero bajo las mismas condiciones que los otros. Sus ancestros les contaron que antes no era así, antes había luces, celebraban navidad, la música estaba en todas partes, tanto que solo al sentirla ya tu cuerpo comenzaba a danzar. Pero luego de la revuelta todo cambió, eliminaron las fábricas, las fiestas, incluso prohibieron mencionar palabras para no recordar el antes.

A partir de ese momento todo el que quedó atrapado iba a estar destinado a trabajar en la producción de sueños. Cada cual podía tener solo un rol, solo un talento, porque todos tenían que ser iguales y la suma de cada uno formaba un todo.

No había nada ni nadie más fuera de lo que tenían al alcance de la vista.

Muy pocos cuestionaban, la mayoría vivían cumpliendo las reglas, las antiguas y las nuevas, porque a partir del momento en aquello pasó todos empezaron a vivir de ilusiones.

Clau estuvo aislada toda su vida pero ya es tiempo de aportar a su sociedad. Sin embargo construir sueños para los demás no va a ser tan fácil cuando nadie más sabe la verdad.