
Dicen que el primer amor nunca se olvida. Pero nadie me advirtió lo que dolía tener que dejarlo ir. Theodore Nott fue caos, fue fuego... y fue mío, aunque nunca lo dije en voz alta. Ahora solo queda el silencio, los recuerdos... y la pregunta que jamás se irá: ¿Nos volveremos a encontrar... en otra vida?All Rights Reserved