Alex, un joven de 16 años, vive atrapado entre dos mundos: el celestial, regido por su bondadoso padre, el Rey Ángel, y el oscuro reino infernal de su otro padre, el Rey Demonio. Su cabello negro con un copete rojo y una misteriosa marca en su rostro no solo lo hacen destacar, sino que también simbolizan la lucha entre el bien y el mal que lleva en su interior. Mimado, caprichoso y con una arrogancia que irrita hasta a los más pacientes, Alex tiene todo lo que podría desear... excepto libertad.
Cuando Alex es enviado a vivir en la Tierra para aprender a convivir con los mortales, su escolta asignado es Wilbur Soot, un humano sarcástico y estoico que parece ser inmune a los encantos y berrinches del joven príncipe. La misión de Wilbur: mantener a Alex fuera de problemas, algo más fácil de decir que de hacer cuando tienes a un adolescente rebelde que desafía todas las reglas.
Entre choques de personalidades, secretos familiares y una profecía que amenaza con destruir ambos reinos, Alex y Wilbur deberán aprender a confiar el uno en el otro para salvar no solo sus mundos, sino también a sí mismos.