"El cuerpo puede ser frágil, pero el amor es la fuerza más grande que existe. En medio de las praderas infinitas y bajo el cobijo de las estrellas, dos almas encuentran en el otro la sanación que nunca imaginaron."
En un tranquilo rancho, en medio de vastas praderas y cielos infinitos, dos jóvenes de mundos distintos encuentran un amor que desafía todas las barreras. Uno es un vaquero fuerte y decidido, acostumbrado al trabajo duro y a las noches bajo las estrellas; el otro, un joven cuya vida ha estado marcada por múltiples enfermedades que lo han vuelto frágil físicamente pero increíblemente fuerte de espíritu.
Cuando sus caminos se cruzan, el vaquero descubre que no todas las batallas se pelean con las manos, y el joven aprende que el amor puede ser tan sanador como cualquier medicina. Entre paseos a caballo, atardeceres compartidos y desafíos inesperados, ambos descubren que, aunque el cuerpo pueda ser vulnerable, el corazón tiene una fuerza inquebrantable.
Es una historia de resiliencia, esperanza y un amor que florece donde menos se espera.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.