Eliot e Iris, ¿por dónde empiezo a describirlos?. Tal vez por el gran sentido del humor que tiene Iris, o el característico sarcasmo de Eliot. No, no creo que eso importe, tal vez debería a empezar por el toque mágico que ambos emanan al estar juntos o la conexión de 5 segundos que tienen sus ojos al verse. Todo comenzó con cinco segundos. Fue un cruce de miradas, breve, casi insignificante, pero suficiente para detener el tiempo. Los ojos verdes de Eliot, siempre tan llenos de lógica y preguntas, se encontraron con los azules brillantes de Iris, que destellaban como si guardaran secretos del universo. Nadie habló, porque no hacía falta. Esos cinco segundos sellaron algo que ninguno de los dos entendía, pero ambos sentían.All Rights Reserved
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