La historia sigue a Gabriel, un chico que, al ingresar a un colegio mayormente femenino, se siente completamente fuera de lugar. En su primer día, se da cuenta de que es el único chico en el aula, hasta que conoce a Raúl, otro estudiante masculino que también parece sentir lo mismo en ese entorno. A pesar de su timidez y las diferencias que ambos comparten, Gabriel y Raúl comienzan a forjar una amistad que se convierte en un refugio de comprensión mutua en un colegio donde parecen ser los únicos que no encajan en los moldes establecidos.
A medida que pasan tiempo juntos fuera de la escuela, su relación evoluciona de una amistad sencilla a una conexión más profunda y genuina, en la que ambos empiezan a explorar los límites de sus sentimientos y las emociones que surgen entre ellos. A través de conversaciones, risas y pequeños gestos, Gabriel y Raúl descubren que tienen más en común de lo que pensaban, y lo que comenzó como una relación amistosa podría transformarse en algo más significativo. La historia, aunque comienza en un tono ligero y cómico, se va desarrollando hacia una exploración sincera de la identidad, la amistad y los sentimientos románticos, mostrando cómo dos personas pueden encontrar algo especial en un mundo donde no siempre se sienten comprendidos.