- La temporada pasada pasará a los libros de historia, y planeo hacerla aún más interesante este año.- Los murmullos se volvieron más fuertes en la sala de conferencias. - ¿Estás segura de que puedes con todo eso, Kiramman?-
- Adelante. - Caitlyn contestó con una sonrisa burlona. - Puede que hayas tenido un comienzo con suerte, pero veremos si puedes mantenerlo.
La sonrisa de Vi era de diversión, picardía y algo más que quedaba en el fondo, algo que no lograba identificar del todo.
- Supongo que lo descubriremos pronto. - respondió, con un destello de fuego competitivo encendiéndose en su mirada.
Por un momento, la sala se sintió más pequeña, como si solo ellas dos estuvieran ahí. Bajo los comentarios mordaces, comenzaba a surgir una tensión chispeante que ninguna parecía notar del todo. Esto añadía una capa extra a cada palabra, a cada mirada.
El moderador intervino para dirigir la sesión a la siguiente pregunta, pero la energía entre las dos seguía siendo electrizante. Todos los presentes, ya fuera en la sala o viendo la transmisión en vivo, podían sentirlo. Esto no era únicamente una rivalidad entre pilotos. Era algo más.
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Podría ser que la prodigio de la F1, Caitlyn Kiramman, ve amenazado su reinado por cierta pelirroja ardiente que está acelerando hacia la historia (y, de paso, cayendo por ella).