La vida no siempre se escribe con tinta clara. A veces, las páginas se manchan de lágrimas y las palabras se graban con cicatrices. Un hombre que aprendió demasiado pronto que la confianza puede ser un arma de doble filo y que el amor, aunque poderoso, no siempre es suficiente para sanar las heridas que deja la traición.All Rights Reserved