Meses después de lo sucedido en Marcarderiva, donde su madre tuvo que defenderlo a él y su hermano de la reina Alicent por lo sucedido con el ojo de Aemond, Jace se siente impotente de los sucesos, se siente inútil de no poder ayudar en la situación, su hermano Luke tuvo que salvarlo, siendo él el mayor, debió ser él el que lo defendiera, aunque haya recibido una paliza, debía seguir luchando, seguir de pie, pero ese no fue el caso, ya que no fue fuerte, como debía ser, como siempre le decían en susurros.
Meses después, se entera que su madre se va a casar con Daemon, y el ya no puede más, no ha logrado llorar lo suficiente por su padre, sus padres para ser sinceros. Después de la boda Valyria, no lo soporta y toma un vuelo con Vermax, su fiel compañero.
Sin prestar atención al clima, hace un vuelo en medio de una intensa tormenta, al no controlar sus emociones, se desorienta en medio del caos de la tempestad, por unos momentos, ve una nube verde y brillante, sin pensarlo, hace que Vermax lo atraviese, sin enterarse que es un portal a otro mundo, llegando así, al país de Ferelden durante los sucesos de la Cuarta Ruina, sin más opción que ayudar al Guarda a salvar el país de Ferelden y sus habitantes contra las amenazas de la Cuarta Ruina.
Todos los derechos reservados a House of the Dragon, George R.R Martin, y a Bioware, solo estoy usándolos para este Fanfic.
Aemma supo, en el instante en que Lucerys alzó la daga contra Aemond, que su vida nunca volvería a ser segura. Y si algo la aterrorizaba por completo, era la idea de perder a su familia. Muy joven comprendió que ser solo una princesa no bastaba para proteger a sus hermanos ni para asegurar su derecho; después de todo, su apellido no los había salvado de ser llamados bastardos. Necesitaba poder.
Siete años después, la calculadora, ambiciosa y en absoluto frágil princesa regresa a las puertas de la Fortaleza Roja, dispuesta a sumergirse en las intrigas de la corte.
Lo que no anticipó fue la guerra que librarían sus propios sentimientos por los príncipes Aegon y Aemond, ni cómo estas emociones podrían alterar el rumbo de sus planes... y su camino hacia el poder.