Renacida en el cuerpo joven que una vez tuvo, Rhaenyra Targaryen se despierta con una única misión: vengarse. Con los recuerdos intactos de la brutal guerra civil que arrasó su familia, la Danza de los Dragones, Rhaenyra sabe que su destino está marcado por la traición, la muerte de sus hijos y la pérdida del trono que le pertenecía por derecho. Esta vez, no permitirá que su familia se hunda en la oscuridad sin luchar.
Consumida por un fuego ardiente de venganza, la joven princesa está dispuesta a destrozar a aquellos que la traicionaron y a reclamar el trono de hierro que fue usurpado. Su ambición no tiene límites, y los dragones que alguna vez fueron sus aliados ahora se convierten en las armas que usará para destruir a sus enemigos.
Rhaenyra se mueve en las sombras, tejiendo alianzas con aquellos que comparten su odio y desdén por los usurpadores. Pero el precio de su venganza será alto: deberá enfrentar los demonios del pasado, las dudas de quienes aún la consideran no adecuada para ser heredera, y la creciente amenaza de aquellos que temen su ascenso.
Evan y Draco eran conocidos como "gemelos espejo" aquellos bebés que eran idénticos fiscalmente y la única diferencia entre ellos era sus personalidades, y creo que esto era lo más notorio.
Mientras Draco quedo en la casa de las serpientes como su familia lo había hecho generación tras generación. Evan no, él quedó en Gryffindor, la conocida como "casa de sangres sucias"
Draco era arrogante, egocentrico, presumido y egoísta, pero su gemelo era todo lo contrario, Evan tenía esa luz que hacía que todos a su al rededor lo quisieran.
Cuando Voldemort regresa para cumplir su propósito de asesinar a Harry Potter, estos gemelos deberán hacer a un lado sus diferencias para poder vivir en un mundo sin oscuridad.
Pero... ¿Qué podría salir mal con gemelos en casas que se odian a muerte?