Hilda se va a Rio de Janeiro.
Malthus es arrestado por DOPS.
4 años después, se vuelven a encontrar.
Ah, mi querida alma curiosa, escucha las palabras de Madame Janette, quien ve más allá de lo evidente. El destino, ese artesano invisible, tejió sus hilos con maestría para Hilda y Malthus. Aunque sus caminos se separaron en un adiós lleno de lágrimas y reproches, la vida nunca olvidó su promesa de amor. Separados por una tormenta de decisiones y silencios, vagaron por caminos distintos durante cuatro largos años. ¿Qué cicatrices cargaban? ¿Qué secretos guardaban? Y, sobre todo, ¿podría su amor sobrevivir al mundo que los había cambiado? Ah, esas respuestas esperan entre las páginas de esta historia.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero