Tras una gran guerra que duró por siglos, siempre viene el descanso y la paz merecidos. Una nueva era se aproximaba para esta nación, ¿cómo no aprovecharla?
Lamentos, pérdidas, sufrimiento e impotencia; todas estas eran cosas contra las que estos pobladores de la nación de la guerra habían luchado durante siglos. Pérdidas extremas ocurrieron, pero también surgieron un sinfín de héroes. Después de todo, aquellas almas lo daban todo por su nación.
Sin más, el reino de la noche se restauró, y los habitantes de esta hermosa tierra pudieron ser mucho más libres, explorar las distintas naciones y su sinfín de cualidades, que, claramente, iban a captar su atención.
Y ahí fue, fue en ese momento cuando lo conoció a él. Momento en el que sus corazones se entrelazaron para nunca separarse. Polos tan opuestos que nacieron para complementarse, ¿Quien lo diría?
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...