Afra, una chica con sordera adquirida y nacida en Colombia, que llega a Corea del Sur de vacaciones, pero que su falta de conocimiento en el idioma le dé dificultades hasta para pedir un café.
Eun-jae, un señor viudo, que por mutismo psicológico, tiene que comunicarse a través de su teléfono, escribiendo todo lo que quiere decir.
Sin escucha, sin voz y sin hablar el mismo idioma, pero toda su amistad (¿o romance?) empieza a través de un traductor. El entender la dificultad de comunicación del otro, hace que formen un lazo fuerte y único.