Diana tiene 17 años, es morena, con los ojos almendrados castaños, decidida, pero introvertida. En cambio Nicolas, es alto, castaño al igual que Diana, sus ojos eran almedrados de un color azul cielo, extrovertido, a diferencia de ella. Son como dos gotas de agua.
Se conocen desde que Diana tiene 13 años y Nicolas 14 años, siempre hubo química entre ellos dos pero cuando ella estaba dispuesta a una relación, él no lo estaba, y viceversa. En este momento, Diana acababa de salir de una relación tóxica por la cuál dejó de pensar en la posibilidad de ser querida.
En cambio, Nicolas, había dejado de lado el mundo de la mafia para la seguridad de Diana, pero lo que Nicolas no sabía era que la debilidad de Diana es el peligro y la adrenalina que le suponía el no saber lo que podría suceder.
Él guarda un secreto que ella se empeña en desvelar. Quiere que ella lo descubra pero sabe que es mejor mantenerlo oculto; ya que no es bueno arrastrarla a su mundo enfermizo, pero a la vez resulta ser una tentación imposible de rechazar. Llevar al pequeño pajarito azul a conocer el infierno y mostrarle lo dulce que puede ser; es el mayor de los placeres.
El engaño se disfruta más cuando viene con recompensa incluida. Así, mientras apuestan sus próximas cartas, sacan a relucir su verdadera naturaleza, la cuál se destiñe como el rojo que baña sus pieles en la oscuridad de la noche.