Magnífico destino / Kagehina Omegavers

Diez años habían pasado desde aquella tragedia que partió en dos la vida de Kageyama. En su oficina, mientras hojeaba algunos papeles, encontró una fotografía perdida: un joven de cabello naranja, sonriente, con los ojos cerrados, sosteniendo dos juegos de luces entre sus manos. Su camisa blanca dejaba al descubierto su barriga, que mostraba la vida que nunca pudo ser. Al sostener la imagen, Kageyama sintió una mezcla de nostalgia y dolor. Recordaba aquellos momentos cuando Hinata, su omega, y su hijo no nacido eran su todo.

El 25 de octubre, hace una década, el accidente los arrebató de su vida. La noticia llegó de la manera más cruel: ya era demasiado tarde para salvarlos. Desde ese día, Kageyama cambió por completo. Se convirtió en un detective cerrado, implacable y con un carácter feroz. Aunque había logrado destacarse en su profesión, ningún caso, ni siquiera el de aquel accidente, parecía ofrecerle respuestas. El culpable estaba tras las rejas, pero Kageyama sabía que no era el verdadero responsable. Algo más se ocultaba, algo que no podía alcanzar.

A pesar de todo, Kageyama no podía sacudirse la sensación de que Hinata y su hijo aún estaban con él, en algún rincón del destino. Su corazón y su lobo lo sabían: estaban conectados por un hilo rojo invisible. La búsqueda de respuestas se había vuelto más que un trabajo, era una misión de vida.