Amarte fue mi error, Odiarte mi condena

Freidys siempre ha sido luz: alegre, generosa y con una sonrisa capaz de desarmar a cualquiera. Pero cuando Antony aparece, todo cambia. Él, el hijo de los socios de sus padres, es la sombra que despierta en ella un torbellino de emociones que solo parecen traducirse en odio.

Lo extraño es que no siempre fue así. De niños eran inseparables, un vínculo tan fuerte que parecía imposible de romper... hasta que ella se fue. Ahora, años después, Antony ha regresado con una promesa silenciosa: no dejarle nada fácil, hacerle recordar y pagar por haberlo abandonado.

Para él, Freidys es una contradicción peligrosa: la única capaz de hacerlo sentir vulnerable, de despertar sentimientos que no debería permitir y de derribar las murallas que tanto le costó construir. Ella es su debilidad disfrazada de enemiga.

Entre rencores, recuerdos y una atracción que ninguno de los dos quiere admitir, descubrirán que lo que los une es mucho más peligroso que el simple odio.