Perdió todo lo que alguna vez fue suyo, todo lo que construyó con sus propias manos, arrastrado por su egoísmo y la codicia que lo consumía. Pero ¿se arrepentía de ello? No. Ni un ápice. Aunque su vida ahora no fuera más que un reflejo marchito de lo que alguna vez fue, el arrepentimiento jamás tuvo lugar en su mente. Perdió todo lo que alguna vez fue su orgullo y gloria: L'Manburg, su revolución, su gente... todo reducido a cenizas por su propia mano. Para Wilbur, L'Manburg estaba condenado desde el principio. Era mejor verlo arder que dejarlo caer en manos corruptas. ¿Alguien podría salvarlo de su deterioro mental? crédito de la portada a quién pertenece 🎧All Rights Reserved