-¿Sabes una cosa Dante? -Pregunté con una sonrisa divertida en mi rostro mientras tenía ambos brazos a cada lado de su cabeza, ignorando el hecho que bajo de manera inconsciente su mirada hacia mis labios.
-Lo que me gusta y me atrae siempre lo consigo para mi -Aseguré mientras me acercaba más a sus labios pero sin llegar a tocarlos del todo, para después, fijar mi mirada en sus ojos.
-Pero si no veo lo que me atrae siente lo mismo por mi o hace el intento de luchar por estar conmigo -Seguí hablando mientras con bastante dificultad me separaba de él, observando su mirada confusa al notar mi acción.
-No intentaré más y me alejaré aunque me duela -Fue lo último que dije mientras salía de aquella sala con el corazón hecho pedazos, ignorando los llamadas de él hacia mi, porque, a pesar de querer ir y lanzarme en sus brazos, sabía que solo eso causaría hacerme más daño de lo que había logrado.
Donde Dante y Avery comparten un pasado oscuro, uno más doloroso que el otro, pero Walker es una persona bastante divertida y un poco problemática, que nunca le interesó tener una relación seria debido a sus antiguas relaciones fallidas, pasándola en clubs y bares por diversión, pero todo eso cambia cuando el novato llega al Distrito 21, captando completamente su atención y hacerla cambiar su forma de pensar.
Aunque todo se complicaría por parte de Torres al no saber como sobrellevar sus sentimientos sobre ella, dejando que sus inseguridades lo superen y se deje llevar.
Pero, ¿Podrán superar todas las adversidades que se interpongan en su camino y dejarán que los sentimientos que sienten por el otro salgan a la luz?.
O mucho peor, dejarán que el pasado que tratan de enterrar lo consuman por completo y se dejarán llevar por los comentarios de los demás.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.