Tras un desengaño amoroso, Sheyla inicia su tercer semestre de preparatoria con el corazón roto y pocas expectativas. Un cambio de turno la lleva a un grupo distinto, donde conoce a Damián, el chico malo del instituto, conocido por su actitud desafiante y su sonrisa enigmática.
Lo que comienza como un juego de miradas y sonrisas se convierte en una conexión inesperada. Entre desafíos silenciosos y complicidades compartidas, Sheyla y Damián descubrirán que, a veces, las personas menos esperadas pueden ayudarnos a reconstruirnos.
En un entorno donde las apariencias engañan y los corazones heridos buscan consuelo, ambos deberán decidir si están dispuestos a arriesgarse y enfrentar las consecuencias de un amor que podría cambiar sus vidas para siempre.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...