El corazón sana cuando comprende, no cuando olvida. Y yo no olvido porque olvidar, es huir de mi historia. Entonces, me quedaré. Me quedo junto a mi sufrimiento. El tiempo que se tarda para aceptar un dolor, una derrota, una decepción, un adiós. El tiempo que se tarda en darme una caricia. Porque aprendí que al final no mueres. No. Finalmente, renaces.
-Andrew Faber.
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Historia completamente original y completamente personal que en un futuro (no muy lejano) también llegará a ser libro en papel. Acompáñenme en este nuevo viaje, les juro que valdrá la pena. 💜✨
P.D: Esta historia avanzará pero digamos de forma un poco más, despacio, ya que me implica una carga emocional muy elevada en todos los sentidos y necesito tomarme mi tiempo para desarrollar cada detalle como necesito y merece ser, así que desde ya, les agradezco su paciencia.💜✨
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.