"Las perspectivas de dos corazones rara vez son iguales."
El amor no siempre ocurre como en los cuentos de hadas, donde un solo vistazo lo cambia todo. A veces, no surge en el primer encuentro ni en la primera conversación. A veces, el amor necesita tiempo, paciencia y la magia sutil de la convivencia para germinar.
Es en esos momentos compartidos, en las risas inesperadas, las discusiones aparentemente insignificantes y las confesiones nocturnas, donde el amor comienza a florecer. Sin prisas, sin estruendos, pero con raíces profundas y firmes.
Este no es un relato de un amor instantáneo, sino de dos almas que, sin buscarlo, se encuentran y construyen, paso a paso, un sentimiento que los transforma. Porque el amor, en su forma más verdadera, no siempre cae del cielo; a veces, se crea... o la presión social hace de las suyas.