En esta historia, T/N y sus amigas, Jipo y Rose, disfrutan de un día en París, admirando la ciudad y su magia. Mientras pasean por Montmartre, T/N tiene un encuentro fortuito con Tae, un joven que también está de vacaciones en la ciudad con sus amigos. Tras un pequeño tropiezo de T/N, Tae la sostiene con delicadeza, y una conexión inmediata surge entre ellos. Los dos grupos se reúnen para tomar un café, donde descubren que tienen muchos intereses en común, incluyendo su amor por la música y el arte.
La sorpresa llega cuando ambos se dan cuenta de que, por coincidencia, T/N se mudará a Seúl el próximo mes, y Tae vive en la misma calle. Al final, intercambian números, prometiendo encontrarse nuevamente en Corea. La historia cierra con una sensación de magia y destino, como si este encuentro en París fuera solo el comienzo de una conexión más profunda, que atravesará fronteras y unirá sus vidas.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.