"Apretó el gatillo con manos temblorosas, y yo, consciente del peso del destino, me coloqué en la trayectoria, abrazando lo inevitable".
Clara Lewis siempre había sido un enigma para quienes la rodeaban. Se decía que era imperturbable, fuerte y completamente dueña de sí misma, pero la realidad era otra. A pesar de lo que los demás podían creer, Clara seguía siendo una mortal más, tan vulnerable como cualquiera. Ahora, deberá enfrentarse no solo a las complejidades del amor y sus impredecibles consecuencias, sino también al desafiante mundo académico y a las pruebas que la vida insiste en colocar en su camino.
El tiempo avanza sin tregua y los momentos de felicidad se diluyen en la confusión, Clara descubre que no siempre se trata de tener el control o de buscar respuestas. A veces, no debes saberlo sino sentirlo.
Porque... ¿Qué ocurre cuando no hay un límite claro entre sentir y dejar de hacerlo? ¿Cuando ese sentimiento feroz que te habitaba decide marcharse, dejando tras de sí secuelas incomprensibles, casi imposibles de descifrar? Para Clara, las respuestas ya no están en lo que puede saber, sino en lo quiénes debe enfrentar.