Susurros de lavanda 『ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ』

Para él, Reo era más que la suma de sus partes; era la esencia de lavanda que flotaba suavemente en el aire, un perfume sutil que se colaba en su mente como la brisa fresca del amanecer, tan ligera y reconfortante como el rocío que besa las flores. Era la calma que precede al caos, el susurro de una caricia que lo rodeaba sin pedir permiso, siempre presente, siempre en su piel. Un refugio que, sin saberlo, ya formaba parte de su ser.

"Nagi... siempre estaremos juntos, ¿verdad?" La voz de Reo fue un murmullo bajo, como si el viento mismo lo llevara a Nagi. Sus ojos amatistas brillaban, pero no era la luz del sol lo que los hacía relucir, sino algo más profundo que se escondía en el pliegue de sus palabras. Miraba al atardecer, donde las lluvias caían sin cesar, pero sus ojos no estaban allí, no realmente. En aquel instante, el mundo parecía desvanecerse, como si solo existieran ellos dos, suspendidos en un tiempo ajeno.

"Siempre, Reo". Respondió Nagi, apretando su mano, pero sin apresurarse, dejando que el tacto hablara más que la voz. Un pulso lento y constante retumbaba en su pecho, como un eco que nunca llegaba a desaparecer. Sus ojos no se apartaron de los suyos, pero algo -algo indefinido- se deslizaba entre ellos, invisible, demasiado pesado para nombrarlo. Era una promesa rota o tal vez nunca hecha, suspendida entre el pasado y lo que aún no había llegado.

Secuela: Ecos de bruma

💜AU- Universo alterno
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Anime: Blue lock