Vaza

Libro seis de la saga "Entre colmillos".

Quién diría que después de años regresaría a ese lugar, se pasó la mano sobre su cabello recién cortado, chasqueo la lengua molesto, no tenía ganas de volver a cortarlo, pero solo así parecía más "Humano" de nuevo, inhaló molesto, el olor dulce lo distrajo y sonrió al verla, completamente cubierta, a excepción de sus ojos, quienes lo miraban afilados.

-Se ve realmente preciosa, "Embajadora"-. Sonrió provocando la.

Victoria frunció el ceño, pero relajo su mirada y aunque no pudo ver su sonrisa, sabía perfectamente que estaba sonriendo.

-Lo se, se que el puesto de mi "Novio" me queda perfecto, siempre es un placer ayudarlo cuando puedo.- y se volteó caminando hacia los soldados que la recibirían.

El siseo ante tal mención, iba a remeter contra ello, pero la voz del comandante lo detuvo.

-Señorita Victoria, es un placer verla, veo que está dejando que se propaguen.- Señalo con la mirada a Vaza.

Ella suspiro.

-Le agradecería que respetarán a mis acompañantes, esto es más que nada una misión de revición, sabe perfectamente que canada compro está zona por razones obvias, así que le agradecería que me facilitará mi trabajo, teniente Hook.- Sentencio con su mirada.

El le sonrió y asintió.

-Claro, lo lamento, sean bienvenidos al mismísimo infierno.- Se dio la vuelta para guiarlos.

Y caminaron rumbo a los edificios que marcaron de por vida a muchos hombres, machos y hembras.

Vaza respiró hondo y profundo, tenía que enfrentar sus demonios, esos que todavía lo perseguían.