Country Boy | Patoscar

Hay quienes no nacen para amar. Están podridos por dentro, obsesionados con su propio bienestar, sin importar a quién dañen en el camino. Dicen los rumores en aquel pueblo de Texas que los Verstappen y los Sainz eran un claro ejemplo de ello.

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Algunos chicos encuentran la pasión en lo prohibido, como si el rodeo más salvaje fuera su único destino, donde las reglas se rompen y lo correcto se vuelve un recuerdo lejano.