Dos mundos separados por una ventana rota || Hyunlix

Cuando Hyunjin tenía seis años, su mundo estaba lleno de gritos y silencios ensordecedores. Vivía en una casa donde el amor no existía, y la violencia era la única forma de comunicación. Desde su ventana rota, a menudo veía la vida perfecta de la familia vecina, llena de risas y abrazos, y fue ahí donde vio por primera vez a Félix.

Félix era diferente a cualquier persona que Hyunjin había conocido: su sonrisa iluminaba todo a su alrededor, y su risa parecía ahogar los gritos que resonaban en casa de Hyunjin. Félix tenía una calidez que Hyunjin nunca había experimentado, y en ese instante, su corazón supo que quería estar cerca de él, incluso si sólo podía admirarlo desde lejos.

Félix, en cambio, veía en Hyunjin a un niño misterioso. Sabía que algo no estaba bien en su casa, pero nunca se atrevió a preguntar. En su inocencia infantil, simplemente pensó que Hyunjin era diferente, y esa diferencia lo intrigaba y lo acercaba a él de una manera que no podía.