Si estás leyendo esto, es porque posiblemente ignoraste las advertencias de Percy o piensas que todo esto es pura ficción. Bien por ti. En todo caso, no me hago responsable si un monstruo decide aparecer en tu camino.
Mi nombre es Olivia Harrington, y sí, soy una semidiosa.
Sobreviví a la batalla de Manhattan, luché en la guerra contra Gea, soporté a un Apolo mortal y creí que después de todo eso, por fin tendría un respiro. Pero estaba equivocada.
La paz suena bien en los mitos, pero en la vida real... duele. Jason Grace, mi novio, ya no está conmigo. Desde entonces, mi vida se siente como un campo de batalla vacío. Y créeme, no hay nada peor que pelear contra la guerra que llevas dentro.
Gracias a los dioses, al menos no hay otra profecía mundialmente apocalíptica... aunque, claro, cuando eres hija de un Dios griego, nunca puedes bajar la guardia.
Y por eso, ahora estaba cargo de una nueva profecía que poco a poco me consumiría.
Enero es especial, y no en el buen sentido. Es la chica loca que se sienta al lado de la ventana y que parece de todo menos normal, pero no es la heroína de ninguna historia épica ni la nueva que acaba saliendo con el capitán del equipo de rugby. No, ella es más bien el tipo de chica que, sin comerlo ni beberlo, se encuentra a un monstruo en medio de un examen y acaba enterándose, de boca de una criatura sorprendente, de que su TDAH y su dislexia quizá sean algo más que simples trastornos de atención.
Para salvar su vida y la de aquellos a los que quiere, Enero huye de su hogar para buscar refugio en un lugar donde, según parece, hay más gente como ella y menos monstruos dispuestos a cortarle la cabeza.
Pero la paz no dura para siempre, y una escalofriante profecía hace que pronto se vea envuelta en una misión insólita en compañía de un sátiro algo tocado y el chico que más la irrita de todo el Campamento Mestizo... ¿Quién dijo que ser un semidiós es fácil?
[Preciosa portada hecha por @RachelS8766]