Marijeyn acaba de llegar a su universidad de bellas artes. Ella es antisocial, aunque los profesores deberían saber su nombre; sin embargo, solo la llaman Mari. No destaca en muchas cosas, solo en elasticidad y físico, o en su gran vocabulario en lenguas, pero no lo demuestra. Se sentiría incómoda mostrando su cuerpo o sus habilidades, por eso las cubre con sudaderas, mascarillas, chándales o vaqueros anchos. Pero un día, mientras estudia, decide cambiar su lugar de estudio debido al ruido y se dirige al aula de costura con la intención de estudiar. No obstante, entrar en aquella aula hará que nuestra protagonista salga con una deuda demasiado grande como para pagarla.
Pobre Joseph, alguien debió advertirle que se estaba equivocando al contratar a Lexy como su nueva secretaria, pero se "emocionó" demasiado y la mesa le ayudó a ocultarlo.
La inexperta muchacha tiene un don que ni ella misma conoce: puede emocionar a su jefe con cada uno de sus torpes movimientos y mandarlo al baño para "batir la mayonesa" cuando su lengua recita incoherencias.
"Ricas incoherencias", piensa Joseph, mientras alucina de pie en su cuarto de baño, pensando en su nueva secretaria, esa que va a sacudirle más que el mundo completo.