Ártidos y Tenacios, hermanos unidos por la sangre pero divididos por el destino, son hijos del cruel rey Leandros. Ártidos, el primogénito y legítimo heredero de Esparta, creció endurecido por la ambición y la traición, mientras que Tenacios, fruto de la unión de Leandros y Althea, una princesa ateniense, fue separado de su familia tras el asesinato de su madre por el propio Leandros. Adoptado en secreto por Poseidón, quien se hacía pasar por un sabio mortal, Tenacios fue entrenado para convertirse en el futuro rey de Atenas.
Ártidos, queriendo acelerar las cosas quieres estar a la par de Tenacios asesinando a su padre, tomó el trono de Esparta y gobernó con un poder oscuro que lo consumía poco a poco. Mientras tanto, Tenacios ascendió al trono de Atenas, decidido a proteger su pueblo y honrar la memoria de su madre. Ambos hermanos, ignorantes de su verdadera conexión por muchos años, se enfrentaron en una guerra épica entre Esparta y Atenas.
En el clímax de esta batalla, Tenacios, guiado por la justicia y el deber, dio muerte a Ártidos, el rey caído de Esparta. Sin embargo, la muerte no fue el final para Ártidos, quien volvió como un ser poderoso y oscuro, dispuesto a desatar el caos sobre Grecia. A medida que la verdad sobre sus orígenes se revela, los hermanos quedan atrapados en una lucha entre la sangre, la venganza y el destino de todo el mundo helénico presagiando un golpe directo a los dioses olímpicos.