Este libro nace de una necesidad personal, pero también de un profundo deseo de ayudar a aquellos que se encuentran atrapados en una situación similar a la que yo viví. Durante 16 años, sufrí el tormento del bullying escolar, una experiencia que marcó mi vida de manera profunda. A través de estas páginas, quiero compartir mi historia, no solo para recordar lo que viví, sino para que aquellos que atraviesan o han atravesado lo mismo puedan encontrar consuelo, comprensión y, sobre todo, la esperanza de que hay una salida.
Lo que en su momento parecía una pesadilla interminable, hoy, con los años, se ha convertido en una lección de vida. A lo largo de este relato, intentaré describir cómo fueron esos años, cómo los viví, cómo los recuerdo, pero también cómo he aprendido a vivir con ellos y seguir adelante. Porque, aunque el dolor y las cicatrices están ahí, no define quién soy ni lo que puedo llegar a ser.
Si eres una persona que se siente sola, incomprendida o atrapada por el abuso, quiero que sepas que no estás solo. Que, aunque parezca difícil de creer en medio del sufrimiento, la situación puede cambiar. Este libro no es solo un testimonio, es también un llamado a no rendirse, a buscar ayuda y a recordar que, con valentía y paciencia, es posible salir del oscuro túnel del bullying.
Mi propósito con estas páginas es que encuentres las herramientas para sanar, que al menos un fragmento de mi historia te sirva de luz para encontrar tu propio camino hacia la recuperación. Porque aunque a veces parezca que el bullying no tiene fin, te aseguro que hay una vida más allá de esa sombra. Y es posible comenzar a escribirla hoy mismo.
Mi nombre no es Mariella, pero en este libro cuento mi historia. Cuando tuve 17 años me enamoré por primera vez y rompieron mi corazón. No sabía a dónde ir o con quien hablar, sentí que las personas ya se habían hartado de mí, comencé a escribir, comencé a sanar. Estoy a punto de cumplir 22 años y no había vuelto a leerme, mucho menos a escribir, he tenido miedo. Hoy la comparto con ustedes porque en su momento me hizo bien escribir y me hubiera gustado que alguien hubiera compartido su historia conmigo, alguien que me guiara en mi dolor, alguien en quien confiar fuera de mi computadora. Hoy agradezco al protagonista de esta historia, sin él no fuera posible y agradezco a quien la leyó por primera vez y me dijo que debía compartirla, no creí que fuera tan buena pero me agrada saber que otros disfrutan y pueden sacar provecho a mi trabajo.
Dedico este escrito a todas esas chicas que, al igual que yo, desean superar ese dolor del primer amor que un día sentí. Esta es la guía práctica de las cosas que no debes hacer: esperar a quien no piensa volver. De igual forma me disculpo, ha nacido en mí un deseo de compartir mi historia pero no de elaborar una mejor portada y sé que ustedes merecen más que eso. Mantengo la historia tal cual como fue escrita (a excepción de los personajes, cambio sus identidades por motivo de privacidad).
Enjoy it!