Las personas no siempre son compatibles, y aún menos si se trata de metas y sueños de cada uno; siendo algo que Owen aprendió a la mala, sin meditarlo ni decidirlo, toda su rutina gira en torno a aliviar tensiones los fines de semana, para despejar su mente, liberar un poco de dopamina y aliviar el dolor de no encontrar lo que tanto anhela experimentar.
Un día, en un arrebato sano y alentador, decide desempolvar un viejo hábito y comenzar a seguir su sueño desde pequeño, dejando en pausa su vida actual, para adentrarse a una aventura que lo hará conocer a Minerva, una joven hermosa que no espera enamorarse en un año en el que lo que más ha disfrutado es su libertad y soltería.
Un poco más de veinte años construyendo su personalidad, descubriendo sus sueños y anhelos, para que un día cualquiera, descubra que lo que en realidad necesita, es encontrar a alguien por quien esté dispuesto a renunciarlo todo, pues todo lo que en verdad quiere, es a ella.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?