Superar no significa dejar de sentir. Soy el Sol, y mi viaje comenzó cuando decidí dejar atrás la Luna, pero eso no implica que los recuerdos no regresen, que las emociones no me sorprendan en cualquier tarde tranquila. ¿Significa eso que he fallado? Por supuesto que no. Cada persona sana a su manera, en su tiempo, y esa es la lección que aprendí mientras avanzaba hacia Júpiter. Este es un viaje de amor, autodescubrimiento y aceptación. Porque honrar el pasado no significa quedarse en él, y amar lo nuevo no implica olvidar lo que fuimos. Es un viaje que demuestra que está bien seguir brillando, incluso si a veces duele un poco.